"La poesía es como un relámpago"
José Jiménez Lozano.
Premio Cervantes 2.002

jueves, 10 de noviembre de 2011

Martín Muñoz de las Posadas

Decididamente no se puede estar en misa y repicando.

Llegamos a Martín Muñoz de las Posadas sobre las 10 de la mañana, una mañana con un tiempo dibujado, y nos estaba esperando, en esa preciosa Plaza Mayor, nuestro cicerone Juan José Alonso Gallego.

nos estaba esperando, en esa preciosa Plaza Mayor, nuestro cicerone Juan José  Alonso Gallego

Yo iba dispuesto a hacer unas fotos, vamos, que no pensaba parar de hacerlas ni un minuto, pero en ese primer momento, Juan José empezó a contarnos los orígenes de Martín Muñoz de las Posadas, y al oir las explicaciones que daba no tuve más remedio que sacar papel y lápiz – que también llevo siempre por si las moscas – y apuntar, a vuelapluma, lo que nos contaba.

Foto de familia antes de empezar la visita

Apuntar en la libretilla y hacer fotos a la vez, es imposible, (no se puede estar en misa y repicando) por lo que tras dos o tres intentos de “coger apuntes” y no hacer fotos, decidí que tenía que elegir.
Y me dediqué a hacer fotos, por dos motivos fundamentales; a saber; el primero que nuestro amigo Fabio era de la partida y por tanto teníamos crónica de lujo asegurada y, segundo, que creo que se me da mejor hacer fotos que escribir crónicas, aunque en eso de la fotografía la "competencia" es feroz.

nuestro amigo Fabio era de la partida y por tanto teníamos crónica de lujo asegurada


aunque en eso de la fotografía la "competencia" es feroz

De lo poco que apunté, os dejo estas pinceladas, que puede que no sean del todo correctas, por lo que pido perdón anticipado. Es público y notorio que no todo lo que sale en Internet es verdad verdadera y este blog no va a ser distinto …

Martín Muñoz de las Posadas data del siglo XI, en época de reconquista, siéndole adjudicado al lugarteniente de El Cid, llamado Martín Muñoz, estos territorios, el cual pone su nombre a la principal población del mismo.
Lo del apellido, las Posadas, viene más tarde.
Su emplazamiento, a medio camino entre Valladolid –donde en su día estuvo la Corte- y Madrid supuso descanso obligado de los nobles en sus traslados de una a otra localidad, y descanso de las caballerías, por lo que puede que de ahí le llegue lo de las Posadas.
La otra opción es que el sexmo dominante fue el de las Posaderas.

El siguiente hecho relevante fue el nacimiento en 1513 de Diego de Espinosa y de Arévalo (apellido, no procedencia, que enseguida nos apuntamos los goles …) gran benefactor de la villa, y de los monumentos que fuimos a ver, esto es, el Palacio de Espinosa y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
  
Nos encontramos, sigue contándonos Juan José, en esta magnífica plaza, que también se la “debemos” al Cardenal Diego de Espinosa (y de Arévalo … pensé yo) ya que consiguió que el Rey concediera a Martín Muñoz una Feria Franca (libre de impuestos) de 3 semanas de duración, por lo que fue necesario la “construcción” de una plaza amplia.

En este punto yo ya dejé la libreta y cogí la cámara ...

La visita empezó por el Palacio de Espinosa, donde nos reunimos ante su señorial entrada, con sus columnas, escudos y esculturas, que representan – de esto si me acuerdo – a la fe y a la justicia, con el escudo del Rey en el medio.

donde nos reunimos ante su señorial entrada


que representan - de eso si me acuerdo - a la fe y a la justicia, con el escudo del Rey enmedio

La construcción del palacio es contemporánea a la construcción del Monasterio del Escorial, por lo que tanto estilo como materiales son similares, para que lo entendamos, nos dice Juan José, es como si el constructor, a la vez que se hizo su casa principal, el Monasterio, se hizo su casita en las afueras, el Palacio.

Palacio con dos torres, algo inédito en esa época.
El Rey autorizó al Cardenal la construcción de una torre, pero se construyeron dos.
Al preguntar el Rey al Cardenal el motivo de su “desobediencia” la contestación fue clara; una torre porque la mandó usted y la otra porque la mandé yo.

Una torre porque la mandó usted y otra torre porque la mandé yo


Entramos en el Palacio y la cámara de fotos volvió a ser la dueña de la situación, y lo fue durante todo el rato que estuvimos dentro.
Al poco de entrar el el Palacio, Juan José ya me había preguntado mi nombre, porque pronto intuyó que me iba a tener que llamar en varias ocasiones para ir abandonando los lugares que nos mostraba.

me iba a tener que llamar en varias ocasiones para ir  abandonando los lugares 


Tras el Palacio, visita a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde me “perdí” la explicación previa a la entrada aunque me quede con la copla de que ha sido construida en distintas épocas y ha tenido posteriores reformas (sillerías, ladrillos, tres puertas … en fin palabras sueltas que no ayudan a llenar la crónica)

Si cuando entramos en el Palacio las cámaras tomaron en mando no os quiero ni contar lo que pasó al entrar en la Iglesia.

Antiguas pinturas en las paredes y unas tallas, de San Sebastián, un Cristo Yacente, una ”pareja” que parece que estaban algo desubicadas, … y todavía no habíamos entrado en la iglesia

San Sebastián, Patrón de Martín Muñoz de las Posadas

Ya dentro, que deciros, una altura descomunal, un Retablo Mayor al que se te van los ojos, retablos “menores” por doquier, la pila bautismal dulcemente iluminada, resguardada por unas rejas de madera dignas de ser fotografiadas, la presencia del Cardenal Espinosa, vamos, la escultura de alabastro que le representa …. en fin un suma y sigue y por si eso fuera poco, la guinda, el cuadro de El Greco, “La Crucifixión” o “El Calvario”, según pinches en una u otra página en Internet. Como Juan José se postula por “La Crucifixión”, yo me quedo con ese nombre.

ya dentro, que deciros ...


la pila bautismal, dulcemente iluminada

Para mayor alegría de mis ojos, Juan José nos anuncia que vamos a subir al coro, donde quedan los restos de lo que fue un órgano, se ve de cerca la vidriera que representa a Dios y de lejos, pero con esa perspectiva que solo te da los coros de las iglesias, el Altar Mayor.

la vidriera que representa a Dios

pero con esa perspectiva que solo te da los coros de las iglesias, el Altar Mayor

Cuando comenta la posibilidad de subir a la torre mis pulsaciones se aceleran, pero al ser muchos los visitantes decide dejarlo par mejor ocasión. Las pulsaciones, otra vez a su normalidad.

Tras la visita, un café reparador, del que no puedo opinar sobre su coste, como hace Fabio en su crónica, gracias a la invitación de Juan Antonio.

Tras la visita, un café reparador

Hacer fotos dentro de la cafetería era complicado – aunque alguna “vi” – por lo que aproveché para preguntarle a Juan José sobre el motivo de la presencia del cuadro del Greco en Martín Muñoz de las Posadas, algo que ya había contado dentro de la iglesia, pero que yo no había escuchado por estar a otros menesteres.

Resulta que el sacerdote pintado en el cuadro era natural de Navalperal, pequeño pueblo cercano a Martín Muñoz de las Posadas ya desaparecido, y era el sacerdote de la Iglesia de Santo Tomé en Toledo, en la época en la que El Greco pintó “El entierro del Conde Orgaz”. La amistad entre ellos hizo que le regalara ese cuadro y este lo donó a la iglesia de su pueblo. Al desaparecer Navalperal – la peste o las termitas acabaron con él según las dos hipótesis más extendidas – los bienes pasaron a Martín Muñoz y por eso hoy vemos el cuadro en la Iglesia de la Asunción.

Resulta que el sacerdote pintado en el cuadro era natural de Navalperal

Después del café a los coches y a visitar las casillas de el Navego, su ermita y desde ahí, en un paseo muy agradable, a las ruinas del viejo molino y el puente sobre el río Voltoya.

visitar las casillas de el Navego


su ermita

y desde ahí, en un paseo muy agradable, a las ruinas del viejo molino

Más fotos, mas charlas, tortilla, pastas y vino, y vuelta a desandar lo andado.

Últimas parrafadas antes de despedirmos e inciar camino a Arévalo.


Últimas parrafadas antes de despedirmos

Últimas parrafadas antes de despedirmos


Ahora solo te queda hacer dos cosas, el orden lo eliges tú, leer la crónica de Fabio sobre la excursión  http://la-llanura.blogspot.com/2011/11/entre-vetones-y-vacceos.html  y ver las fotos que yo hice http://www.flickr.com/photos/adaja/sets/72157627967851863/

1 comentario:

  1. Mi nombre es Juan H.M y soy de Valladolid.
    Hacia el año 2009 me dejé caer por el pueblo y lo que publican es cierto, en mis palabras me quedé con la boca abierta.
    No se si ésto servirá de algo pero en aquel entonces habia un guía turístico que lo hacía bastante bien y que llevó a cabo una visita guiada de aproximadamente una hora y media haciendo que ésta parecieran diez minutos.
    En resumen me gustaría poder organizar excursiones con ese guía puesto que cuenta mas cosas que el actual voluntario y con mas rigor (sin ánimo de ofender parece como si el actual guía hubiera grabado al anterior y lo hubiera reproducido cual grabadora no logrando el exito esperado).
    Muchas gracias y luchar por el patrimonio del municipio que merece la pena.
    (Para cualquier consulta dejo telefono de contacto)

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