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Ven a verla |
Durante los fines de semana de los meses de Abril, Mayo, Junio y Julio se puede visitar la exposición de las esculturas hechas en hierro reciclado por Juan Jesús Villaverde, exposición que se encuentra dentro del Castillo de Arévalo, por lo que por el mismo precio – ninguno, es gratis – se puede visitar la exposición, el Museo del Cereal y el propio Castillo de Arévalo. Vamos, un tres en uno difícil de superar.
Este pasado domingo quedé con Juan Jesús para que me contara cosas de sus esculturas. A diferencia de otras “entrevistas” publicadas en este blog, esta vez iba con cita previa, por lo que tenia preparadas alguna de las preguntas, bastante típicas como veréis.
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Juan Jesús Villaverde y sus "guerreros" |
A continuación viene la entrevista :
¿Cuál fue tu primera escultura?
Lo primero que hice fue un guerrero, ACABEL le llamé.
El guerrero “nació” a partir de unos discos de hierro que encontré, que me dieron la idea de escudo y de esa idea llegaron los guerreros. En este arte, o en esta creación, siempre manda el material más que yo.
¿Por qué empezaste?
En un viaje en Francia vi una reja con elementos pegados, objetos, y ese fue mi pistoletazo de salida. Antes te he dicho que mi primera escultura fue el guerrero ACABEL, pero lo que realmente hice por primera vez fue una reja, al estilo de la que vi en Francia, la cual conservo.
¿Cuál es tu escultura preferida?
El segador sentado. Bueno, preferidas son todas –corrige rápidamente – pero el segador tiene detrás una historia personal, esto es, la postura que tiene fue la que yo tenía cuando estuve enfermo, relacionado con una hernia discal. Yo era un hombre “dañado” y quise hacer una figura que también estuviera sin poderse levantar. Posteriormente, tras mi recuperación, la “transformé” en segador, y le puse el sombrero de paja –aunque este pesa algo más- porque ya no era una figura dañada, era un segador descansando y que luego se levantaría, como yo, que me recuperé.
También, por su carácter sentimental, tengo de preferida el flautista que toca la flauta travesera. Quien me conoce sabe el porqué.
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"Mi enfermedad me inspiró la idea del segador" |
¿Tiene algo que ver esta actividad artística con tu trabajo profesional?
En realidad no. Aprendí a soldar cuando era monitor en Escuelas Taller, mi compañero el herrero me dió unas nociones básicas de soldadura y de fragua, en la que es un maestro de los que quedan pocos. El gusanillo creador creo que lo llevo dentro desde siempre, pero lo he encauzado cuando las circunstancias lo han permitido.
¿Vendes las esculturas?
No. Las hago por afición y me gusta enseñarlas, que la gente las vea, por eso expongo, pero no tengo pensado ponerlas en venta. Las que no guardo yo es porque las he regalado a amigos. En esta exposición hay alguna que he regalado y que me las han “prestado” para la ocasión, por tanto se puede decir, como en las grandes exposiciones de los museos, que se pueden ver piezas pertenecientes a “colecciones particulares”
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"La flautista también me tira mucho del corazón" |
¿De dónde sacas los materiales, la materia prima?
Algunas piezas de hierro me las encuentro, pero la gran mayoría son donaciones. Mucha gente me conoce y sabe de mi afición. Por tanto me llaman y me dicen “tengo esta chatarra que puede que te sirva, si la quieres ven a por ella”. Ayer mismo fui a recoger un carretillo con piezas de hierro. Lo tengo en el taller pendiente de clasificar y ordenar. Para mí eso es un tesoro.
Y ¿cómo surge la figura?
Siempre empiezo por una pieza que me da la idea. Ya te he comentado que siempre manda el material, por tanto veo una pieza y surge la idea. En los guerreros fueron los discos que pasaron a ser escudos y luego pasaron a guerreros. En el dinosaurio, nada más ver la pieza que hace de cabeza pensé en que de esta pieza hare un dinosaurio.
No es que tenga la pieza que me da la idea y me pongo a hacerla y la termino. No. El proceso es más largo. Empieza por la pieza que da la idea y luego le voy dando forma, a lo que ya sé que quiero hacer, con lo que tengo. Pero surge el problema de que me faltan las piezas para terminarlo y lo “aparco” hasta que las encuentro. He tenido esculturas sin terminar durante varios meses solo porque no tenía los “pies” que me gustaban o que necesitaba.
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" Este guerrero, como fuma, tiene los pulmones con agujeros" |
¿Modificas las piezas de hierro que luego sueldas?
No. Rotundamente no. Esa es mi idea primordial o mi regla de oro. No cambio ninguna pieza ni le doy una forma distinta de la que tiene con el fin de que se adapte mejor a la escultura. Puede que tenga que cortarla – por ejemplo, las cadenas que hacen la tela de araña era una cadena mucho más larga, y para que me sirvieran tuve que cortarla en trozos más pequeños- pero no las he modificado. Otro ejemplo pueden ser los pelos del flautista que, evidentemente, están curvos, pero así fue como yo recibí esos hierros, justo con esa forma, y por eso me sirvieron de pelo.
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"No modifico la forma de ninguna pieza. Todo lo más las corto" |
Aparte de la idea, que para mí es ya dificultad máxima, ¿Dónde está la dificultad a la hora de crear una escultura?
En la soldadura. Utilizo piezas muy distintas, esto es, de aceros muy distintos, o de hierro fundido. En alguna pieza debo soldar un acero muy dulce, con un hierro fundido. Es bastante complicado, por lo menos para un no profesional como yo.
¿Conoces algún otro artista de la “chatarra”?
Si he visto otras esculturas creadas con la misma idea de soldar hierros, pero en los dos casos que conozco hay un proceso previo de transformación de las piezas para que encaje en la figura. No es mejor ni peor, es diferente a lo mío.
¿Qué es lo que más llama la atención a los visitantes?
A las personas del medio rural lo que les gusta es reconocer las piezas que he usado. Me han llegado a decir, “ese es el muelle de la suspensión del tractor Deutz”. Les encanta reconocer la pieza y ver el uso que les he dado.
Las personas de ciudad lo que ven es la composición en general, la escultura, lo que representa.
¿Cuál es la escultura por la que más se interesan, la que más les gusta?
Aquí también hay dos grupos muy diferenciados.
A los niños les encanta el caballito de mar y la araña. A los mayores, a los hombre el chino y a las mujeres los girasoles.
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"A los niños les encanta el Caballito de mar" |
¿Dónde has expuesto?
Hace tiempo ya hice una pequeña exposición en Arévalo, en la Casa de los Sesmos. Algunas esculturas que están aquí ya lo estuvieron allí.
También he realizado exposiciones en Sanchidrian – que es mi pueblo – en Navas de la Asunción y en Cuellar, en el Castillo de Cuellar, donde inicialmente iban a estar expuestas una semana y se quedaron tres meses – parece que gustaron –
Esta del Castillo de Arévalo es la más importante y durará hasta el mes de Julio. Parece mentira, hace solo una semana que empezó la exposición y ya parece que las esculturas han estado en el patio del castillo toda la vida.
¿En que estas trabajando ahora?, si es que estas metido en algo
Siempre estoy “metido en algo”. Ahora estoy terminando una figura que representa un butanero. Ya te puedes imaginar con que pieza estoy haciendo el cuerpo. Me faltan las manos y algún detalle más, pero puede que antes de que termine la exposición en el Castillo de Arévalo, lo haya terminado y venga a “juntarse” con el resto.
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Esto es una primicia y como "secreto"
subo la foto algo pixelada |
Para terminar, dime algo que quieres que se sepa.
Lo bonito para mi es la segunda vida que tienen los hierros y las piezas que uso. Todas las figuras tienen su alma. El arado, que tanto ha trabajado haciendo surcos en la arena, que ha ayudado a su dueño a ganarse la vida, se convierte en un cisne. Estas tijeras son de esquilar ovejas. Imagínate las miles de veces que han sido utilizadas. Tienen su alma.
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"El arado se convierte en cisne" |
Bueno, Juan Jesús, muchas gracias por tus palabras. Tengo que confesarte que a mí, la que más me gusta, es la de la raspa del pescado, pero para gustos ….
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La que más me gusta a mi, es esta |
Solo me queda invitaros.
Los datos de la exposición los podeis encontrar en la página web del Ayuntamiento de Arévalo http://www.ayuntamientoarevalo.es/ .Si tenéis la suerte de que esté Juan Jesús (ya sabéis, el de las barbas), pues seguro que os cuenta muchas más cosas.