Muchos cámara en ristre.
Yo también -vaya novedad- y no paraba de disparar, buscando ángulos nuevos, o repitiendo esas fotos que siempre que voy a La Lugareja hago (no puedo evitarlo) a sabiendas que, como se decía cuando cambiábamos cromos, "esta ya la tengo".
Hicimos un intento, fallido, de subir hasta la espadaña desde donde se divisa -doy fe de ello - todo Arévalo.
Entre foto y foto charla con los amigos que se han acercado a disfrutar de una hora larga de mirar y hablar.
Antes de las 3 ya estábamos bajando a los coches.
Nosotros nos ibamos, pero La Lugareja se quedó ahí.
Antes de las 3 ya estábamos bajando a los coches.
Nosotros nos ibamos, pero La Lugareja se quedó ahí.
La Lugareja siempre está ahí.
Pronto volveré.
Enhorabuena Mario!!!Además nos acompañó el tiempo. Espero con impaciencia el reportaje fotográfico.
ResponderEliminarMil gracias por tu amable invitación. Espero que el año que viene se repita.
Rosario.